Vivir sin conexión a la red: ¿Qué es y qué ventajas tiene?

Desde el ahorro de costes hasta el impacto ambiental, ¿por qué es conveniente no depender de la red eléctrica?

Vivir sin conexión a la red tiene distintos significados para la gente.

Algunos utilizan la expresión "desconectar" para decir a los demás que no estarán disponibles durante un tiempo. Otros la usan como sinónimo de "necesito un descanso".

Pero en sentido literal, "desconectarse de la red" significa dejar de depender de los servicios públicos de la sociedad.

Así funcionó la sociedad durante siglos, hasta que las comodidades modernas progresaron y se adaptaron, permitiendo a individuos y familias obtener los recursos esenciales de una fuente centralizada.

Pero en los últimos años, el aumento de los costes y otros problemas han hecho que la gente con medios para hacerlo se mueva en la otra dirección: dejar de depender de estos recursos públicos y volver a un modo de vida desconectado, autosuficiente y "fuera de la red".

Por lo general, se refiere a la eliminación de la necesidad de depender de la red eléctrica. Las personas pueden desconectarse de la red manteniendo fuentes alternativas, como la solar o la eólica, con sistemas de almacenamiento de energía alimentados por baterías.

Algunas de sus razones y ventajas:

El ahorro de costes de la vida aislada

Los gastos del coste de la vida siempre aumentan, y la inflación reciente agrava estas preocupaciones.

La electricidad y otros servicios públicos están subiendo y se encarecerán continuamente a medida que aumente la presión sobre la red eléctrica.

Mientras tanto, tras la inversión inicial en fuentes renovables y almacenamiento de energía, la vida sin conexión a la red es notablemente asequible, con unos costes mensuales mínimos.

Reducir o eliminar por completo la factura eléctrica mensual de sus gastos, con el tiempo, compensará con creces el coste de la inversión inicial en fuentes de energía sostenibles.

Beneficios medioambientales de la vida aislada

Cada año que pasa, el cambio climático se convierte en una preocupación más acuciante.

Los científicos de la NASA han realizado un análisis que demuestra que la temperatura central de la Tierra ha aumentado 1,1° Celsius (unos 2° Fahrenheit) desde 1880, y que gran parte del aumento se ha producido desde 1975.

Incluso las pruebas anecdóticas, como los totales de nieve cada año más bajos en las ciudades del Este, pintan un panorama sombrío para el futuro. Los huracanes y otras tormentas, cada vez más frecuentes y graves, azotan el Caribe y el sur de Estados Unidos casi todos los años.

Al ritmo actual, veremos aumentar la temperatura otro 1° Celsius hacia el año 2070. ¿Y el mayor culpable? La quema continuada de combustibles fósiles.

Las emisiones de gases de efecto invernadero atrapan el calor y contribuyen al aumento de las temperaturas, y alrededor del 25% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero en Estados Unidos proceden del consumo de energía en zonas residenciales.

Aunque muchos tienen la suerte de vivir en zonas con abundante sol durante gran parte del año, desconectarse de la red proporciona una protección bidireccional frente al cambio climático.

Para el individuo, es una estrategia para reducir la huella de carbono y conservar los recursos. Con la energía solar, sabes de dónde procede el 100% de tu energía.

Los sistemas eficientes necesitan menos luz solar que nunca para suministrar energía a su hogar, empresa u otras estructuras.

Pero frenar el cambio climático es una preocupación mundial, y sin que todos pongamos de nuestra parte los efectos son inevitables. El cambio a la vida sin conexión a la red elimina la dependencia de una red eléctrica que cada año que pasa sufre más los efectos del cambio climático.

Vivir sin red para desconectarse de los servicios públicos

Ahorrar dinero es una razón de peso para desconectarse de los servicios públicos, probablemente la principal.

Pero la gente tiene motivaciones adicionales.

Las empresas de energía y otros servicios públicos están empezando a adaptarse a las alternativas fuera de la red. A medida que las empresas lo hacen, intentan competir con tarifas más altas, tasas de recompra de energía solar desventajosas o estructuras de tarifas que anulan el ahorro derivado del uso de energía solar o medios alternativos de energía.

En igualdad de condiciones, seguir conectado a la red aunque se intente reducir el consumo energético tiene muchas ventajas. Al fin y al cabo, se puede estar desconectado de la red unos 9-10 meses al año con sólo 40-60 kWh de almacenamiento de energía y un panel solar adecuado, pero la eliminación total de la red requiere un banco de baterías 2-3 veces mayor.

Pero a medida que ese beneficio desaparece lentamente, el instinto de desconectarse de la red se hace cada vez más fuerte.

Vivir sin conexión a la red eléctrica es el futuro

Las preocupaciones económicas y medioambientales, combinadas con el estrés y las presiones de la vida cotidiana, impulsarán la popularidad de la vida sin conexión a la red en un futuro previsible.

Por ello, las comodidades y opciones para las personas que viven sin conexión a la red seguirán mejorando con el tiempo.

En 2020, 1.700 millones de personas vivían aisladas de la red eléctrica en todo el mundo, y más de 250.000 de ellas vivían en Estados Unidos. Lo más interesante es que casi 80 millones de hogares utilizan tecnologías solares diseñadas específicamente para vivir sin conexión a la red.

Es difícil predecir el futuro, y seguramente algunas personas irán en la dirección contraria, aumentando su dependencia de la tecnología y los servicios públicos, lo que aumentará la presión sobre la red y otros servicios.

Pero a medida que suben los precios, aumentan las preocupaciones relacionadas con el clima y la sociedad se acerca cada vez más al borde de una crisis total. Un estilo de vida sin conexión a la red permite a cada persona poner de su parte para evitar el desastre, al tiempo que se asegura a sí misma y a sus seres queridos contra las consecuencias del cambio climático.

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